Te presentamos una guía práctica para la evaluación de riesgos y planificación de actividades preventivas.
Dentro de la preparación, existen tres pasos importantes que nos permitirá realizar un trabajo más eficiente: Organizar el trabajo a llevar a cabo, ordenar la información disponible y estructurar la evaluación.
Organizar el trabajo: Se debe designar las personas involucradas en la evaluación, solicitando su colaboración desde el inicio de la actividad. Se recomienda considerar el conocimiento del personal que supervisa actividades. | |
Ordenar la información: Se debe recopilar y revisar información como puestos de trabajo, actividades realizadas, características del trabajo (exposición a agentes físicos y químicos, movimiento de materiales), equipos, maquinarias, instalaciones, evaluaciones anteriores, entre otros. | |
Estructurar la evaluación: En función a la dimensión y características de los riesgos, se puede dividir a la empresa en tres niveles: General, todos los colaboradores son afectados; Sección, solo un grupo se encuentra expuesto; finalmente, Puesto de Trabajo, donde las características del puesto genera riesgos específicos. |
En esta sección, se debe identificar los factores y agentes de riesgo asociados a las tareas realizadas. Se recomienda utilizar la matriz IPERC, la cual es una herramienta muy potente si de identificar los peligros y evaluar los riesgos se refiere. Le denominaremos IPER de línea base al que se genera en la etapa inicial de la implementación de un sistema de gestión de seguridad y salud ocupacional.
Los formatos utilizados no serán efectivos mientras no se apliquen las medidas de mitigación o control de los riesgos identificados. Para ello, se debe planificar la aplicación de las mismas teniendo en cuenta la severidad del riesgo y la facilidad de aplicación de la medida.
Se debe dar continuidad al trabajo realizado mediante el aseguramiento del cumplimiento de las actividades correctivas detalladas en los formatos utilizados. Adicionalmente, se recomienda realizar evaluaciones periódicas, sobre todo cuando se hayan presentado incidentes, exista un cambio en condiciones de trabajo o se incorpore un nuevo colaborador con condiciones sensibles a su puesto.
Lo que no se mide no se controla. Por ello, es importante dejar un registro formal de lo obtenido en la evaluación. Se debe dejar evidencia del hallazgo y las recomendaciones asociadas, asímismo, un plan de acción ayudará a un mejor control de trabajo a realizar posteriormente.
Es importante tener en cuenta la RM – 050-2013-TR, donde se detalla la información mínima que deben contener los registros obligatorios del sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo como: